La churrería La Catedral


Este establecimiento, pervive en un hermoso ejemplo de tradición familiar.
Esta churrería siempre ha estado donde aún está, en la calle de la Catedral, entre las de los Tintes y Cascajares, desde que en 1903 la fundara Inocencio Baciero, un churrero nacido en la localidad burgalesa de Campillo de Aranda que supo intuir el buen negocio de un establecimiento de este tipo en las inmediaciones del mercado del Portugalete, porque allí se hacía la subasta del pescado y eran muchos los que con la escarcha de esas horas intempestivas necesitaban entrar en calor.

María, la dueña, junto a Luis Miguel, uno de sus nueve hijos, a la puerta
de la churrería de La Catedral. Foto Col. Baciero

A Inocencio le sucedió su hijo, Eugenio, y a éste el suyo, Fernando, que es quien actualmente permanece al frente de este establecimiento centenario, el más antiguo de Valladolid en su género, que además de los industriales del mercado y asentadores de pescado, tenía clientela fija de estudiantes de la universidad y gente que después fue famosa por diversos motivos, como el ministro José Antonio Girón, el escritor Paco Umbral o los actores Emilio Laguna y Lola Herrera.
“La Catedral” abría a las cinco de la mañana y cerraba a la una de la madrugada, con una incesante producción de churros, buñuelos, cohombros y patatas.


Las patatas fritas de esta casa siempre fueron reputadas y aún hoy se mantiene la demanda por mucho que los tiempos y los utensilios hayan cambiado.


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Fuente bibliográfica: Valladolid Cotidiano. (1939-1959).
Autor: José Miguel Ortega Bariego.
ISBN:84-95917-40-8



Comentarios

Rubén ha dicho que…
Un negocio familiar que pervive en el tiempo, a base de trabajo e ilusión: no hay recetas mágicas ni hay que obsesionarse con hacerse rico con ello.