Iglesia de la Magdalena




Los orígenes de la la iglesia datan de mediados del siglo XII, cuando, sobre una de las puertas de la muralla de Valladolid, que se encontraba en el ámbito de la actual iglesia, se erigió una pequeña capilla.


Hacia 1538 fue edificada, asociada al edificio medieval, una capilla sepulcral mandada construir por el Doctor Corral. Esta capilla posee planta cuadrangular y se cubre con bóveda de terceletes y combados.
El abulense Pedro de la Gasca, reconstruyó a partir de 1566 toda la iglesia parroquial, con la idea de que sirviera de enterramiento suyo.

Lo primero realizado fue la capilla mayor, interviniendo en la construcción Rodrigo Gil de Hontañón y otros artistas de primer orden. Debajo se dispuso una gran cripta para alojar los restos mortales del patrono y sus familiares.
A partir de 1570 se realiza el cuerpo de la iglesia. El diseño inicial, obra de Gil de Hontañón, era un templo en forma de cruz latina, con una única nave de grandes proporciones, con tres tramos y coro alto a los pies, con grandes contrafuertes al exterior para contrarrestar a las bóvedas. Sin embargo, el crucero del lado de la Epístola no pudo ser realizado al estar en su solar la capilla del Doctor Corral.

Se ofreció a los descendientes de este demoler la capilla y reedificarla en un lugar adecuado y abierta a la nave de la nueva iglesia. Los descendientes del Doctor Corral se negaron y por ello la iglesia actual muestra la notable asimetría de no tener el brazo del crucero del lado de la Epístola. Por el exterior se puede ver incluso cómo están dispuestos los arranques de las bóvedas que hubieran cubierto ese brazo del crucero no realizado.

Todo el edificio está realizado en ladrillo, tapial y piedra, esta última reservada para los lugares más nobles y más comprometidos constructivamente.
A pesar de las avanzadas fechas en las que fue realizado, el templo se cubre con bóvedas de crucería estrellada, con terceletes y combados. En las claves muestra las armas del patrono, que se repiten en numerosos lugares del interior y exterior del edificio. A lo largo de las paredes del templo, a la altura del arranque de las bóvedas, corre un friso con una leyenda relativa al Patronato del templo. El cantero Francisco del Río fue el encargado de la construcción. 



La majestuosa fachada presenta un gran rectángulo de piedra y está presidida por el inmenso escudo en piedra del pacificador del Perú, el obispo Pedro de la Gasca. La rumorología local dice de él que es el escudo esculpido en piedra más grande del mundo.
En la parte inferior, la fachada lleva dos puertas gemelas de medio punto y al lado del Evangelio se levanta una torre de planta cuadrada con un cuerpo superior de campanas, torre que fue reconstruida en los años cuarenta del siglo XX, respetando totalmente su fisonomía original, ya que se hundió en 1942.

En el interior destaca el sepulcro en alabastro y jaspe de De la Gasca, obra del escultor romanista Esteban Jordán. El obispo aparece con todos sus atributos episcopales: capa pluvial, mitra y báculo. En un principio este sepulcro se encontraba en la capilla mayor, aunque fue trasladado a mediados del siglo XX a su localización actual, en el centro de la nave de la iglesia, para desentorpecer el culto.


El retablo mayor posee traza manierista y las esculturas se deben también a Jordán que trabajó en ellas de 1571 a 1575, encargándose de la arquitectura, escultura y policromía.
El retablo muestra banco, tres cuerpos y ático, con tres calles. En el banco se encuentran pasajes de la vida de Santa María Magdalena. Una imagen de la santa dispuesta en el primer cuerpo y representada en el momento de su traslación, preside el retablo. En los cuerpos segundo y tercer y en el ático, se encuentran pasajes de la vida de Cristo en relieve. El retablo se corona con un Calvario, flanqueado por sendos escudos de De la Gasca.

La capilla del Doctor Corral, está presidida por un magnífico retablo plateresco tallado amediados del siglo XVI por Francisco de Giralte, que muestra pasajes de la vida de Cristo. Se trata de uno de los retablos señeros de su época. En la misma capilla también existe una notable reja de hierro coetánea del retablo.
En otra de las capillas se encuentra el Cristo de las Batallas, obra de Francisco del Rincón y que es muy similar al Cristo de los Carboneros de la Iglesia de las Angustias. Ambas obras participan en las procesiones de la Semana Santa de Valladolid.


Comentarios

Marcos Valdespino ha dicho que…
Una iglesia muy recordada por todos los amantes de la Semana Santa vallisoletana. Allí tuvo su sede la Comisaría del Stmo. Cristo del Perdón (actual Cofradía de la Pasión de Cristo) y de allí partía en la tarde del Jueves Santo la popular procesión de la "Carcel". Un abrazo.
Anónimo ha dicho que…
Es sede del Camino Neocatecumenal...una Iglesia sobria y elegante...