El Teatro Calderón




El Teatro Calderón es el principal teatro de la ciudad española de Valladolid. Este teatro recibe el nombre de Calderón de la Barca, importante poeta y dramaturgo español.
Está situado en el centro de la ciudad a pocos metros de otros monumentos significativos como la Catedral, la iglesia Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias o la iglesia de Santa María La Antigua.
En el espacio en el que hoy se encuentra el teatro, se levantó hasta mediados del siglo XIX el palacio del Almirante de Castilla, gran edificio de origen bajomedieval del que se tiene escasa información y que fue totalmente demolido para edificar el actual teatro.
Este último se inauguró el 29 de septiembre de 1864 con la representación de la obra de Calderón de la Barca, El alcalde de Zalamea.

Es de diseño ecléctico y tendencia neoclásica, con influencia de la obra del arquitecto alemán Friedrich Schinkel. Sigue planos del arquitecto Jerónimo de la Gándara. Consta de un gran soportal en la calle Angustias y amplios ventanales, y en el interior una majestuosa sala, en forma de herradura, a la italiana, con patio de butacas, palcos bajos, platea, anfiteatro, galería y paraíso o gallinero. Está decorada con lujosas pinturas debidas a Augusto Ferri. Las lámparas laterales, de estilo modernista, datan de principios del siglo XX. Tenía capacidad para unas 1200 personas. En el escenario existía una ingeniosa tramoya debida al ingeniero italiano E. Piccoli. Existían otras estancias, dedicadas a café, biblioteca (ricamente decorada con pinturas) y salones del Círculo del Calderón. La suntuosidad y magnitud del edificio hizo que fuera uno de los principales de España.

Es el mejor exponente del estilo de vida de la burguesía, enriquecida con las primeras industrias de la ciudad, que quería emular las costumbres de las clases altas europeas. Estas expectativas, que no se cubrían con el Teatro Lope de Vega, se plasmarán en este proyecto. Se desarrolló al máximo el tipo de teatro inspirado en las grandes óperas del continente, y se conviertió en el centro de la vida cultural de la ciudad.
Entre el siglo XIX y XX, cantó el tenor Julián Gayarre, se representaron obras de la compañía de María Guerrero y Tomás Bretón dirigió más de un concierto.
Fue sometido a una profunda remodelación, en la que se respetaron solamente la sala, las fachadas y algunos elementos más, perdiéndose de manera poco justificada la tramoya de Piccoli y varias piezas de interés. El 9 de abril de 1999 fue reinaugurado, con la presencia de la reina Sofía de Grecia con el espectáculo de la Compañía Nacional de Danza, dirigido por Nacho Duato, Multiplicidad: formas de silencio y vacío. En la sala se añadió la enorme lámpara central, diseñada en la Real Fábrica de Cristales de La Granja, de 1.000 kilogramos de peso, tres metros de diámetro, 30.000 piezas de cristal, 153 puntos de luz y 9.280 vatios.

Desde su reapertura en 1999 fue la sede de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León (OSCYL), pero desde abril de 2007, la sede de la orquesta se sitúa en el nuevo Auditorio Miguel Delibes de la ciudad, diseñado por el arquitecto catalán Ricardo Bofill Levi. En 2001 se celebró en el teatro el II Congreso Internacional de la Lengua Española.
En la actualidad cuenta con una capacidad para 1.141 personas y acoge durante la temporada representaciones de teatro, ópera, zarzuela, danza, ballet, flamenco y jazz además de ser la sede de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (SEMINCI). Pero sus dependencias no se limitan al teatro, sino que además cuenta con una sala de exposiciones, la Sala Delibes y su Salón de los Espejos, lugares en los que se celebran actividades no escénicas.

Comentarios